Honoré Balzac decía que la resignación es el suicidio cotidiano. Las crisis, los cambios repentinos y drásticos en nuestras vidas aparecen cuando aún no ha muerto lo que tiene que morir y no ha nacido lo que tiene que nacer.
La búsqueda de la esencia se ve entorpecida por el materialismo que nos rodea y que actúa de edulcorante del vacío existencial que sentimos. Sólo nos queda la rebeldía solitaria, sorda y ulcerante. Romper con todo lo prestablecido si ello nos aproxima a la esencia propia.
Revivir nuestras heridas, reescribirlas y darles un lugar adecuado en nuestra existencia. Siempre es mejor anestesiar, destruir que hacer sufrir a la gente que amas.
http://www.youtube.com/watch?v=ysp-3bMY9RU
http://www.youtube.com/watch?v=8mQiRFgOiWQ
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