martes, 1 de febrero de 2011

The Black Swan

Bella, frágil, pura, virginal Natalie. Carga sobre sí todo el peso de la historia con una maravillosa transparencia en todas sus metamorfosis. El efectismo de la película debilita su profundidad y credibilidad. No más de lo mismo por favor señor Lynch, no nos despista con el pseudónimo usado, sabemos que es usted: escena lésbica, confusión que remite a un caos generalizado, fácil muy fácil. Ha demostrado que sabe hacer películas hasta prescindiendo de los enanos.