domingo, 13 de junio de 2010

Amores Perros


Iñárritu podría sumarse a Porcelanosa y Tau en la producción de mosaícos, fílmicos en su caso. Su obcecación por su forma de narrar, deconstruir, reconstruir y conectar todas las historias hace perder eficacia a su estilo desde el momento en que deja de convertirse en un recurso sropresivo para adquirir la forma de método habitual. Dicho lo cual, es una película en que el espectador siente disponer de diversas cámaras subjetivas en las que puede ver la misma historia desde diferentes ángulos. Gael tremendo, Goya espectacular en su interpretación aborda esa violencia de género tan poco tratada como es la feminista psicológica en este caso, interesante sin duda para que el que quiera entender un desgraciado fenómeno de nuestro tiempo en toda su complejidad. ¡Pobre parqué, qué forma de sufrir!

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